Escuela de Arte Dionisio Ortiz Juárez https://eado.es/

CICLO FORMATIVO DE GRADO SUPERIOR DE ENCUADERNACIÓN ARTÍSTICA
FAMILIA PROFESIONAL ARTES APLICADAS AL LIBRO ESCUELA DE ARTE DIONISIO ORTIZ DE CÓRDOBA

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domingo, 20 de noviembre de 2016

VISITANDO A LA BIBLIOTECA COLOMBINA

El pasado 17 de noviembre como actividad de motivación para el alumnado y dentro de las actividades complementarias propuestas desde el Ciclo Formativo de Encuadernación Artística para este curso 2016 - 2017, tuvo lugar la visita a la Biblioteca Capitular y Biblioteca Colombina de Sevilla, situada en la Catedral de Sevilla.




Nuestra cita concertada comenzó a las 10: 15h. fue atendida por uno de los técnicos de la Institución Colombina y  fue guiada de manera sensacional por la técnica archivera, Pilar Jiménez de Cisneros que de forma sensacional nos explicó minuciosamente la historia de esta biblioteca, desgranando cada obra expuesta en las diferentes vitrinas. Durante la visita nos acompañó Sonia, investigadora italiana que estaba en pleno proceso de trabajo.




Primeramente subimos a la primera planta y sobre una mesa-vitrina que contenía diversas encuadernaciones de varias obras como “Las Profecías de Cristobal Colón”,  Los Viajes de Marco Polo, o el libro con los “Repertorios de Hernando Colón”entre otros, comenzó a hablarnos sobre los diferentes tipos de encuadernaciones, pasando por un libro de horas, la Gramática Castellana de Antonio de Nebrija, el “Antibarba” de Erasmo de Rotterdam (con una dedicatoria personal del holandes a Hernando Colón) o un libro para Misas con ilustraciones a página completa dónde el color se conservaba intacto.



Ni que decir tiene que  Hernando Colón: “Atesoró unos fondos de más de 17.000 volúmenes, muchos de ellos incunables, una cifra enorme para el inicio del siglo XVI”.



La Biblioteca Colombina, “Fernandina o Hernandina”, como en un principio quiso denominarla su creador Hernando Colón, comienza su andadura por el año 1509; unos años mas tarde, 1513, tras visitar Roma, pone en marcha su proyecto de biblioteca; la planifica hacia 1518 y forma el equipo que trabajará en ella en 1522. Esta biblioteca nutrirá sus fondos mediante tres caminos: por inversiones, donaciones y la ayuda del Estado.




Por inversiones: D Hernando Colón fue un empedernido viajero y aprovecha estos viajes, que le hicieron recorrer gran parte de Europa, para comprar libros. Tuvo un interés desmedido por adquirir cuanto se editaba donde quiera que fuese: en España o en los centros libreros mas importantes de la época.
Por donaciones: Hernando Colón fue uno de los grandes bibliófilos de su tiempo. Su preocupación por las ciencias, su amistad con los humanistas de entonces, sus viajes, propiciaron la donación continuada de libros.


 Las versiones sobre la adquisición de libros por parte de Cristóbal Colón son varias. Una primera que indica que el empeño de encontrar la nueva ruta hacia Asia acrecienta su interés y esto le hace instruirse adquiriendo ejemplares de las más reconocidas enciclopedias y tratados geográficos y libros de viajes, y otra segunda que afirma que dichas obras, como la mayor parte de su biblioteca, las adquirió posteriormente, durante su permanencia en España, para reafirmarse en sus teorías descubridoras haciendo acopio de material bibliográfico que le sirviese para refutar a aquellos que argumentaban que no había encontrado las Indias pretendidamente descubiertas por él. Es entonces cuando se dedica a la compra de libros.

Muchos de los primeros colonizadores del Nuevo mundo eran de esta parte de España, y como tales llevaron el idioma, las leyes y costumbres, en suma su cultura, escritas a mano desde el siglo XIII hasta el barroco pasando por el Renacimiento.

Sea como fuere la adquisición de estos libros, Cristóbal Colón dejó al morir una biblioteca respetable para la media de su época. Leyó con gran interés la Geografía de Ptolomeo que sostenía que las costas del oeste europeo y las orientales de Asia estaban bañadas por un mismo mar. También leyó la Historia rerum ubique gestarum (1477) (Historia de todas las cosas y de los hechos que se han hecho en el mundo) de Aeneas Sylvius Piccolomineus (Papa Pío II). Sabía de memoria la Imago Mundi del cardenal francés Pierre d’Ailly en donde se afirmaba que el océano no era tan ancho y podía ser atravesado en pocos días. Algunas de estas obras fueron las que formaron parte del legado bibliográfico que Cristóbal Colón dona a su hijo Hernando y pueden considerarse como la semilla de la futura Biblioteca Colombina que reflejarán las inquietudes de su época, vinculadas a la Historia de la Ciencia.


Todos estos libros están abundante y cuidadosamente anotados, ya en los márgenes, ya en la parte inferior de las páginas, o en grandes ampliaciones en mitades de pliego en blanco. Las notas, de muy desigual importancia, a veces se limitan a repetir una palabra que se consideró importante; en otras ocasiones se trata de verdaderas glosas, de comentarios más o menos sabios o producto de la fantasía. Estas anotaciones debidas a la pluma de Colón son sin duda los escritos más espontáneos, más auténticos e indiscutibles.


En definitiva nuestra guia explicó cómo se formó la extensa biblioteca de Hernando Colón y qué había quedado de ella en las vitrinas a nuestro alrededor. Nos habló sobre la composición, tipografía, materiales, el “puntaje” en el pergamino, etc. Toda la explicación transcurrió en casi dos horas que, a mí particularmente, me pasaron volando y me consta que a mi estimado alumnado igual de ameno e interesante que me pareció todo lo relatado a mi, por Pilar.  MUCHAS GRACIAS!


Desde la Escuela de Arte Dionisio Ortiz de Córdoba, solo nos queda agradecer al personal de la Biblioteca Colombina el trato recibido.

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